Ha sido concebido por los estudiantes de ingeniería de la Universidad de Tsukuba en Japón.
Yotaro fue creado para ayudar a los padres jóvenes a aprender a criar a un bebé. Se ríe, llora, hace ruiditos como los bebés, mueve sus patas cuando le agitas un sonajero. Pero ¿a alguien le parece un bebé de verdad?
Os cuento un poco más acerca de Yotaro para ver si vosotros sois capaces de ver los rasgos humanos que yo no consigo ver.
Yotaro tiene unas enormes mejillas y unos grandes ojos azules colocados en una cabeza descomunal. Su cara, que está hecha de silicona blanda semitransparente con un suave tono rosado, se ilumina mediante un proyector conectado a un ordenador.
Unos sensores y una cámara son los medios de los que dispone para detectar la presencia de alguna persona. Yotaro puede cambiar las expresiones de su cara, y es capaz de simular lloros, estornudos, mocos, sueño, risas, etc. Incluso dispone de una bomba de agua para que las lágrimas y moquitos parezcan más reales.
Japón es uno de los países donde más robots se construyen y creo sinceramente que estos estudiantes de ingeniería se podían haber esmerado un poquito más en el diseño. Nuestro amigo iCub del que hablábamos el otro día se parece mucho más a un niño de lo que se parece Yotaro con esa cabeza que parece una sandía y unos mofletes exagerados.
Os dejo un video para que lo veáis en acción:
¿Qué os parece a vosotros?
Feo, ¿verdad?
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A mi personalmente me sigue gustando más el gusiluz…
Es que como el gusiluz no hay dos. Si le pones a Yotaro a un niño en la cuna, el susto del niño puede ser descomunal. Y si el Yotaro se lia también a llorar y a moquear, ya tienen la nohecita…