Hace ahora casi exactamente un año, allá por el 16 de septiembre de 2010, os mostraba como uno de nuestros simpáticos amigos, un robot NAO, aprendía a subir escaleras.
Se trataba de las escaleras típicas que podemos encontrar en cualquier edificio de varias plantas. La normal de peldaños y barandillas a los lados que nos sirve para subir al piso de arriba.
Ahora, un año después, me vuelvo a encontrar a un robot NAO entrenándose a esa compleja tarea de subir escaleras.
Pero esta vez le añade algo de complejidad al asunto. La escalera que trata de subir necesita es algo más complicada.
Se trata de una escalera de esas plegables de madera. Similares a las que utilizan los pintores. Y eso significa que tienes que coordinar manos y pies.
Eso que parece tan sencillo, no lo es. Además la escalera sube en diagonal, es decir que está inclinada. Y eso hace que el centro de gravedad varíe a medida que realizamos lo diferentes movimientos para pasar de peldaño en peldaño.
Si nos echamos demasiado hacia delante caeremos contra los peldaños y si no nos inclinamos lo suficiente no llegaremos con la mano para sujetarnos.
¡Vaya, pues no parece tan sencillo!
Hay que decidir que pie utilizaremos para los escalones pares y cual para los impares. Lo mismo con las manos. Luego tenemos que ver el ritmo con el que vamos a ascender. Muy rápido podría provocarnos algún percance y muy lento haría la subida inteminable y hasta podría hacernos perder el equilibrio.
Uf, que complicado.
Veamos como lo hace este robot NAO
No está mal, ¿no?. Habrá que añadirla a la lista de diferentes formas de subir escalones cuando eres un robot.
Sin embargo me gustaría verlo bajándolas. Mucho me temo que esa tarea es todavía más difícil. De hecho alguna vez Asimo ha caído a plomo contra el suelo cuando ha iniciado el descenso de alguna escalera.
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