Dos simpáticos vídeos te van a mostrar lo precisos que pueden llegar a ser los movimientos que se pueden realizar con las manos robóticas de Da Vinci.
Seguro que lo conocéis. Es el robot cirujano más famoso de todos los tiempos.
Vimos un vídeo con una demostración de un robot Da Vinci operando. Pero lo que vamos a ver hoy no es operar precisamente. Los dos vídeos tratan cuestiones más banales.
En el primero de ellos lo veremos plegando con precisión un pequeño trozo de papel para construir un diminuto avión. En el segundo conseguirá extraer los pequeños huesecitos del paciente del juego operación sin que la roja nariz del muñeco se encienda.
Tal y como dice Evan Ackerman en IEEE Spectrum, si nos ceñimos a la definición estricta de lo que debe de ser un robot, Da Vinci no lo es. Necesita la intervención de un humano para hacer lo que sea. No se trata de un robot autónomo.
Si que vimos a un robot cirujano que operaba de forma autónoma. Aunque de momento solo había probado a operar pavos. Pero Da Vinci no opera solo.
La ventaja de Da Vinci es que permite a los cirujanos humanos un control mucho más preciso en espacios muy pequeños. Lo cual significa menos daño colateral para los pacientes.
Fijaos en esa precisión que os digo.
Espectacular ¿verdad?
Pues ahora vais a ver como un par de estudiantes de la Johns Hopkins University Laboratory for Computational Sensing and Robotics (LCSR) se divierten con él echando una partida al juego Operación
¿Te ha gustado? Ayúdame a promocionar la robótica compartiéndolo con tus amigos. Haz clic en el botón de me gusta de Facebook o al de Retweet de Twitter. Gracias por la ayuda.