¿Vives en una planta baja y no te gusta tener las cortinas abiertas porque todo los que pasan andando por la calle te ven?
Te entiendo perfectamente. ¿A quien le importa si estás tumbado en el sofá, leyendo tu revista favorita mientras te tomas una cerveza bien fresquita?. A ti te gusta leer con luz natural. Que para eso tienes esa ventana tan grande que tanto te cuesta limpiar.
O quizás simplemente estás viendo tu película de robots favorita y no quieres que la gente se acomode en la ventana como si se tratara de uno de esos cines al aire libre.
Pues tengo la solución. Toma nota porque no parece un sistema muy difícil de montar.
El taller de Niklas Roy está situado en una antigua tienda con una gran ventana mirando a la calle. Y Niklas tenía un problema. Él quería tener luz natural para poder trabajar sin tener que gastar electricidad. Sin embargo la gente miraba lo que él hacia desde la calle y eso le restaba intimidad.
Niklas quiso poner solución al problema y armado con una pequeña cortina, una cámara de vigilancia y un viejo portátil se decidió a crear un sistema robótico para que la cortina se encargara de cubrir solamente la zona por donde está pasando una persona.
Al ser la cortina muy pequeña la luz sigue pasando y soluciona el problema.
Lo que pasa es que Niklas no contaba con el nuevo problema que se ha generado. Ahora su privacidad todavía se ha reducido más.
La cortina robótica se ha convertido en la estrella de la calle y ahora todos quieren ir a verla. Resultado: tiene más gente en la ventana que antes.
Si te apetece probar a hacer algo parecido, Niklas ha dejado en su web los planos, esquemas y códigos de proceso para fabricar una igual.
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